'La ladrona de libros': originalidad para temas delicados

La novela de Markus Zusak es un homenaje a los apasionados de la lectura. Nos sitúa en la época del nazismo con la narración de La Muerte

Las librerías están repletas de contenido relacionado con la II Guerra Mundial y el nazismo, tanto que en ocasiones es muy complicado saber elegir. Lo mismo pasa con el cine. Sin embargo, hay algunas obras que son dignas de tener muy en cuenta y visitarlas de vez en cuando porque ensalzan la creatividad y el conocimiento del público dándole un toque original. Es lo que sucede con La ladrona de libros de Markus Zusak, una novela que ha sido muy bien acogida tanto por la crítica como por el público.

Salió a la luz en 2005 y desde entonces se ha introducido en numerosos hogares para trasladar a sus lectores a la época del nazismo, bajo la narración de La Muerte. Esto es algo fascinante, que pocas veces se ha visto en el mundo de la cultura. Lo hace de tal forma que cada palabra es un auténtico regalo y nos hace ver que los libros son un tesoro preciado.

La composición de los personajes está muy bien medida y eso es algo que en el cine también se trabajó muy bien. No era una tarea sencilla porque la adaptación podía tender únicamente a la emotividad, algo típico en la temática pero supieron ir más allá. Si bien, la realidad es que, bajo la dirección de Brian Percival, se mantuvo un tono acorde al nivel de la novela. Además, la banda sonora, compuesta por John Williams, convierte a este largometraje en un producto muy querido por el público.

Cada palabra es un auténtico regalo y nos hace ver que los libros son un tesoro preciado

Los rostros conocidos de Geoffrey Rush y Emily Watson ayudan a que sea una cinta apreciada y que haya conseguido una buena distribución. Por eso siete años después de su estreno la gente la recuerda con cariño. Un cariño que difícilmente equiparable con el placer que supone leer este preciado libro.