Divertida a tiempo parcial

Crítica de 'Todo pasa en Tel Aviv' 

El protagonista prepara el guion de la telenovela / Surtsey Films

Vivimos aislados de los conflictos armados porque en nuestro contexto tenemos otras preocupaciones como el coronavirus. Por eso apenas prestamos atención a lo que se hace fuera de nuestras fronteras, salvo que venga de Estados Unidos o de algún país europeo cercano a España. Por eso si un largometraje indaga en el conflicto árabe-israelí hay que detenerse a apreciar y más si lo hace de forma cómica.

Con ‘Todo pasa en Tel Aviv’ se aprecia una buena mezcla de contexto histórico y humor por parte del director Sameh Zoabi. En este trabajo ha sabido combinar el estricto control que establece Israel en la frontera. El protagonista, interpretado magistralmente por Kais Nashif, se muestra así mismo como poco avispado en la vida y enchufado en su trabajo en la famosa telenovela palestina ‘Tel Aviv on Fire’. A través de su personaje vamos conociendo los principales problemas entre ambos países y el humor con el que lo trasladan a la gran pantalla.

Sus primeros quince minutos te harían cambiar de canal, pero pasado ese arranque el guion va cogiendo fuerza

La película se mueve con un ritmo ágil y con ciertos toques divertidos, no muy lejanos al cine de Wood Allen. Se nota una diferencia cultural muy grande con la manera de rodar de Zoabi con respecto a España, lo que hace que resulte curiosa su método para darle forma a la trama.

Sus primeros quince minutos te harían cambiar de canal si la estuvieras viendo en televisión, pero pasado ese arranque el guion va cogiendo fuerza. El rodaje de la telenovela y la preparación del guion de esta te lleva a los momentos más divertidos del metraje. De esta manera aporta una mirada ingeniosa con respecto al citado conflicto.

Sin lugar a duda, su gran mérito es hacer una crítica a la situación sin abusar de la sátira y conseguir enganchar al público. Está pensada para pasar un buen rato.